La banca se prepara para volver a batir récords de beneficios con la vista en la guerra arancelaria
Las entidades ganarán un 7% más en el primer trimestre del año, de acuerdo al consenso de analistas de Bloomberg


La banca volverá a exhibir músculo en la nueva ronda de presentación de resultados, que se inicia este jueves con las cuentas de Bankinter correspondientes al primer trimestre de 2025. Las entidades se preparan para afrontar la caída en los tipos de interés y la incertidumbre macroeconómica con más beneficio, pero, pese a un contexto que se complica con la guerra arancelaria en ciernes, los analistas esperan que las entidades mantengan sus previsiones para el ejercicio. Eso sí, se lanzará al mercado un mensaje de cautela.
La principal novedad de esta temporada de resultados es que será la primera que refleje, en el cómputo interanual, las rebajas en los tipos de interés ejecutadas en los últimos meses por el Banco Central Europeo (BCE). Tras el último recorte realizado la semana pasada, el precio del dinero se sitúa en Europa en el 2,25%, mientras que hace un año estaba en el 4% y al cierre del primer trimestre de 2023, en el 3%. Esto supondrá una merma en el margen de intereses, la línea de los ingresos que recoge las diferencias entre el dinero que abonan por los depósitos y el que cobran por los préstamos. Este efecto ya se ha mostrado en los últimos trimestres. Por ejemplo, CaixaBank registró un descenso del 2% en el cuarto trimestre con respecto al tercero, mientras que en el Santander la diversificación geográfica le permitió incrementar esta cifra un 7% trimestral (en España se mantuvo plano).
Sin embargo, el mercado aguarda que los bancos puedan compensar los recortes por este lado con incrementos en los emolumentos por comisiones. Además, a nivel general, han aprovechado las subidas de los tipos de interés anteriores para blindar su negocio de los vaivenes en el precio del dinero. Por ejemplo, han incrementado el peso de las hipotecas a tipo fijo, reducido el vencimiento de las carteras hipotecarias o gestionado de este modo sus carteras de bonos. Igualmente han potenciado negocios como el de los fondos de inversión o los seguros, para incrementar así esos ingresos por comisiones.
Con todo, los analistas esperan que los grandes bancos españoles mejoren sus cifras de beneficio en el trimestre y superen unas cifras que hace un año constituyeron sus récord históricos. De acuerdo al consenso de Bloomberg, Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter se embolsarán unos 7.150 millones, casi un 7% por encima que los 6.700 millones que ganaron en el mismo periodo del año anterior. El alza en el primer trimestre del 2024 fue del 17%. Las mejoras de beneficio incluso superarían el 20% interanual en Sabadell o Bankinter y se quedan por encima del 10% en BBVA y CaixaBank. Los dos primeros ganarían 400 y 220 millones, respectivamente; mientras que los segundos, 2.400 y 1.200 millones. El Santander obtendría unos 3.000 millones.
Además, la banca se beneficiará en este primer trimestre de un regalo del Gobierno, debido al nuevo diseño del impuesto al sector. De un lado, el carácter progresivo de la tasa provoca que algunas entidades como Bankinter o el Sabadell abonen una tasa más reducida, mientras que los grandes (Santander, BBVA y CaixaBank) pagarán más. Por el otro, el anterior tributo obligaba a ser abonado por completo en el primer trimestre del año, mientras que el nuevo se podrá repartir durante todo el año, lo que hará que los bancos se ahorren un pago extraordinario en este primer trimestre.
Todo ello con la morosidad y las provisiones contenidas, en un escenario en la que la macroeconomía aún no solivianta las cuentas de las entidades. Más allá de las cifras, analistas e inversores vigilarán con cautela los mensajes que mandarán las cúpulas de los bancos sobre sus previsiones del ejercicio en un momento de gran incertidumbre económica derivada de la guerra arancelaria agravada por Donald Trump a inicios de mes. La incertidumbre sobre la evolución de la refriega hará que los bancos no alteren sustancialmente sus previsiones de beneficios, pero que sí lancen mensajes de cautela.
A grandes rasgos, se seguirá la pauta que marcó la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante la junta de accionistas del banco. La banquera mantuvo todos los objetivos diseñados por la entidad en la presentación de los resultados anuales, en el mes de febrero. En concreto, el banco prevé cerrar el primer trimestre con una rentabilidad (medida como ROTE, rentabilidad sobre capital tangible) del 15,7%, en línea con los objetivos del banco, que pasan por alcanzar el 16,5% para el cierre del año. Al tiempo, prevé registrar un sólido avance en capital en este primer trimestre, al incrementar la ratio CET 1 fully loaded (la que mide el capital de máxima calidad) desde el 12,8% al que cerró en 2024 hasta el 12,9%. El objetivo del banco es situarse en el 13% y retribuir al accionista con recompras de acciones todo lo que supere esa cota, de modo que espera pagar a sus accionistas 10.000 millones de euros en recompras en 2025 y 2026 por el reparto del exceso de capital y del 50% del beneficio generado en cada ejercicio. También augura llevar la cifra de ingresos hasta los 62.000 millones, con un alza de las comisiones a un dígito medio alto (entre el 7% y el 9%), así como reducir la base de costes.
En puridad, las entidades están más afectadas por las decisiones que tomen los bancos centrales con respecto a los tipos de interés que al efecto en sí de la guerra comercial, dado que la actividad financiera no es susceptible de ser gravada con aranceles a la importación de bienes. Otra cuestión es la capacidad de resistencia que tengan ante una eventual recesión desatada por las tensiones comerciales, que no se reflejaría en las cuentas de los bancos hasta pasados varios trimestres.
La evolución de las divisas merece un capítulo aparte. La diversificación geográfica de Santander y BBVA parecía como un escudo de estas dos entidades ante un escenario de tipos de interés a la baja, por la mayor rentabilidad de mercados en los que están presentes, como México o Brasil. Algunos de estos como México están más expuestos a la marcha económica de EE UU, así como la fortaleza del euro puede dañar los réditos dirigidos a las matrices españolas de los negocios en otras divisas.
Frente a ello, la economía española muestra una mayor fortaleza, como demostró el Fondo Monetario Internacional (FMI) al dejar a España como la única gran economía al margen de su recorte en la previsión de crecimiento. Para EE UU la reducción es de 0,9 puntos y para México de 1,7. Sobre el papel, esto beneficiará las entidades con el negocio más concentrado en España, como CaixaBank, Sabadell o Bankinter.
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